Esta semana conocíamos la noticia de que el Gobierno ha gastado, hasta septiembre, solo la mitad del presupuesto destinado para el ingreso mínimo vital. El 72 % de las solicitudes han sido denegadas por distintas causas, entre ellas defectos de forma en su contenido.
Un dato alarmante que podría estar relacionado con la complejidad de los trámites que hay que rellenar para obtener este tipo de ayudas.
La Administración ofrece numerosos recursos y ayudas dirigidos a la población con menos recursos, pero muchas veces las páginas web que informan de esas ayudas o en las que deben solicitarse son demasiado complicadas.
Esta utilización enrevesada del lenguaje puede provocar que las ayudas no lleguen a la población más vulnerable por falta de claridad.
Judith explica que esta semana se ha publicado un informe sobre la claridad del lenguaje administrativo en España. Expertas en comunicación clara de Prodigioso Volcán han elaborado este documento. Una radiografía de la comunicación que analiza 25 trámites (trámites ciudadanos y destinados a la población más vulnerable como el bono social de la luz, la tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida, las ayudas extraordinarias para autónomos o la beca de comedor para educación infantil).
En el informe se han seleccionado distintos textos y webs relacionadas con estos trámites en administraciones de toda España a nivel local, autonómico y estatal, hasta conformar un corpus de 500 textos, que es la base del estudio publicado.
En este sentido Judith apuesta por establecer unos mínimos, un estándar que todas las administraciones debieran cumplir a la hora de redactar las informaciones que van dirigidas a la ciudadanía para favorecer su accesibilidad.