"Si conocer todas las leyes y ser capaz de entender el lenguaje con el que se formulan es obligatorio, que la Agencia Tributaria se asegure de explicárnoslo, que tiene entre sus objetivos, o eso dice, el de ayudar", asegura Judith González mientras denuncia las diferencias en cuanto a comprensión lingüística de dos cartas que reclaman un pago: una noruega y otra española.
La primera reclama una deuda por un peaje sin pagar tres meses antes. La segunda (de la AEAT), denuncia una mala declaración del IVA y exige al contribuyente un pago de 9.000 euros, al tiempo que se refiere a él como "negligente".
Nuestra filóloga sentencia que "hablar complicado no es hablar bien. No cuando la persona a la que te diriges no puede entenderte. Eso es un abuso lingüístico del que no se puede escapar".