'Las ballenas cantan jazz' es hoy un libro que contiene, entre otras cosas, una playlist de canciones que, de algún modo u otro, conectan con la ciencia. Que encierran misterios o están ligadas a descubrimientos o asombros. Con algunos de estos temas de fondo entenderemos cuestiones de la ciencia como los agujeros negros, los kilogramos que pierden peso, los océanos que se están parando o velas extraterrestres.
Hace exactamente 45 años mandamos un par de discos grabados con el conocimiento humano al cosmos.Van en dos naves, las Voyager, que surcan el espacio interestelar. Como dos mensajes en una botella lanzados al mar del universo, con la esperanza de que una civilización alienígena los encontrara. Pero, un tercio de todo el contenido, son canciones.
En 'Las ballenas cantan jazz' se lanzan 28 mensajes al cosmos, con la esperanza de que una extraterrestre los reciba. Están en forma de cartas, más sencillas y explícitas que esos discos de hace 45 años.
Y esas cartas contienen titulares científicos de los últimos años, no una enciclopedia del conocimiento humano. Porque, qué mejor manera de presentarse que con aquello que nos ha asombrado en los últimos tiempos. En el citado libro se desarrollan conceptos como por qué "la tierra pierde brillo", "todos los plátanos son el mismo", "el kilo pierde peso", "hay una FM que sintoniza con el pasado" y que "las ballenas cantan jazz", por Herbie Hancock.
Y la duda la semana ha sido también sobre animales. ¿Pueden los animales hacer música?
"los bonobos y los leones marinos también son capaces de marcar el compás. Algunas aves, como las cacatúas pueden bailar y emitir sonidos rítmicos por imitación. Las ballenas jorobadas hacen como música clásica. Las boreales, jazz."