Un sábado más, América Valenzuela nos trae un tema científico interesante para Por Fin No Es Lunes. Hoy ha querido hablar de los colibríes, unas aves veloces y coloridas que revolotean por todo Méjico y que su contacto con el ser humano se remonta a los mayas, los cuales les llamaban "chununúm" e idearon su propia leyenda.
Según nuestra colaboradora, los colibríes viven absolutamente acelerados, como un joven español buscando trabajo vaya. Y es que resulta que las alas de los colibríes se mueven 80 veces por segundo y 200 veces si están en época de apareamiento, de la misma forma, su corazón palpita 1200 veces por minuto, todo un Récord Guinness.
América también nos ha informado de que pueden alcanzan una velocidad de 100km\h cuando se encuentran en proceso de migración, esperemos que la DGT no les multe por exceso de velocidad. Como es de esperar, al estar todo el día acelerados, los colibríes necesitan reponer energías, por ello consumen grandes cantidades de polen de hasta 2000 flores al día, y de la misma forma, y como ya hace nuestra colaboradora, podemos poner en nuestras ventanas unos bebederos especiales con agua y azúcar, creando un jarabe que seguro que agradecen estas pequeñas criaturas.
Como hemos dicho al principio, el colibrí es una especie que ya interactuaba en la época de los mayas, los cuales decían que si alguien te desea el bien, los colibríes cogerán ese pensamiento y te lo harán llegar, al igual que si te cruzas con alguno de ellos, recogerán un sueño tuyo y lo harán realidad.
Así que ya saben, pongan agua con azúcar en sus ventanas y esperen a que estos pájaros de múltiples colores y tamaños (de 5cm a 24cm) les lleven vuestros mejores deseos vuestros seres queridos y cumplan vuestros sueños.
¿Porqué nos gustan tanto los subidones en los conciertos , en las canciones o en las sesiones de DJ?
El subidón es pura adrenalina. Cuando sabemos que en una canción llega un momento en el que la música rompe y lo esperamos, sentimos placer. Es muy similar al efecto que causa la comida o el sexo, solo que a diferencia de estas dos cosas, la música es un elemento que entra en contacto con nosotros por los sentidos y no de forma física. Esto también explica por qué el arte o un poema nos puede poner los pelos de punta.
