La pupila es un orificio en el centro del iris que permite entrar la luz que incide sobre la retina. Este orificio se abre y se contrae para dejar entrar más o menos luz al interior. Cuando la luz incide sobre la retina las neuronas del tejido recogen la información y la envían al cerebro a través del nervio óptico.
Lo humanos tenemos la pupila redonda porque los músculos que la contraen están distribuidos formando un anillo. Los animales depredadores suelen tener la pupila vertical, como los gatos, los zorros o las serpientes porque les permite cerrar más la pupila. Muchas veces cazan de noche y como consecuencia la simple luz del día es demasiada para ellos.
Todo lo contrario serían las pupilas horizontales, que son las típicas de los herbívoros que suelen ser presas, como son los ojos de las cabra o las ovejas. Estos animales necesitan una visión más panorámica, para poder ver por donde vienen los depredadores. También por eso tienen los ojos a los lados de la cabeza.
No solo los humanos estamos sintiendo las expansión a ritmo vertiginoso de patógenos que nos enferman, también las plantas. El 40% de las cosechas mueren por plagas, la globalización y el cambio climático están haciendo que las epidemias vegetales se multipliquen.