Una semana más en “Por fin no es lunes” América Valenzuela nos acerca a la realidad de la ciencia de forma divertida y amena a través de “Divulga que algo queda”. Hoy nos descubre tres dolencias sorprendentes. Son enfermedades raras e inusuales, que parecen haber salido una película.
¿Alguna vez habías oído hablar de la hemolacria? Muy pocas personas lo sufren. Uno de los últimos casos documentados es el de una mujer de 25 años que llegó a urgencias llorando lágrimas de sangre. Los médicos la examinaron, pero no encontraron rastro de lesiones. Era la segunda vez que le pasaba y las dos veces coincidió con la regla.
Los médicos se dieron cuenta de que la causa era la menstruación. Hay mujeres a las que les ocurre esto. Sangran no solo por la vagina, sino también por los ojos. En otros casos, sangran por la nariz, las orejas, los pezones o la piel. Incluso por otros órganos como los pulmones o los intestinos. Esto sucede porque hay ciertos tejidos que son sensibles a los cambios hormonales y uno de estos tejidos es la córnea.
El mal de Sleepy Hollow y las nueces de Brasil
El mal de Sleepy Hollow pegó fuerte entre 2013 y 2015, en dos pueblos del norte de Kazajistán, en Kalachi y en Krasnogorsk. Pasaba que los habitantes se quedaban dormidos durante días e incluso algunos, durante semanas. En cualquier momento y en cualquier circunstancia se caían redondos. Otros, no se dormían de repente, sino que empezaban a comportarse raro y daban paseos de forma errática. En los casos más graves, sufrían ictus, dolores de cabeza o pérdida de memoria.
Durante años no se supo qué estaba pasando, cada vez había más personas con el mal de Sleepy Hollow. Hasta un cuarto de los habitantes de estos pueblos sufrieron en un momento u otro este mal. Se pensó que tenía que ver con las minas de uranio cerradas que estaban por la zona. También se sospechó del alcohol y se barajó un caso de histeria colectiva. Al final resultó que la causa eran las minas de uranio, pero no por la radiactividad sino porque liberaban monóxido de carbono.
El tercer caso de enfermedad rarísima es el de una alergia extrema a las nueces de Brasil. Le ocurrió a una chica de 20 años que llegó a urgencias con urticaria y dificultad respiratoria. Ella no había consumido nueces, pero su pareja sí. Se había lavado la boca y los dientes antes de quedar con ella. También se había duchado y limpiado las uñas. Pero no había contado con sus fluidos internos. La pareja mantuvo relaciones sin condón y él inoculó la sustancia de las nueces que daba alergia a la chica con su semen. Ella tuvo esa reacción alérgica grave.
¿Por qué los osos panda tienen ese icónico patrón blanco y negro?
América Valenzuela nos da la respuesta. Los motivos son dos: uno es el camuflaje y otro la comunicación. Si quieres saber más detalles, solo tienes que prestar atención y escuchar “Divulga que algo queda”.