Los astronautas se trajeron muchas cosas y la NASA las dejó en los congeladores del Johnson Space Center, en Houston. En concreto, muestras para el análisis científico, más que vasijas con la inscripción de "Recuerdo de la Luna". Son de diciembre de 1972, de la Apolo 17.
"Está muy bien traerte cosas como suelo de la Luna de hace 50 años, pero manejarlas con cuidado ya no es tan fácil". El proceso comenzó hace más de cuatro años cuando Julie Mitchell, de la NASA, y su equipo de conservación comenzaron a diseñar y modernizar una instalación para procesar las muestras congeladas del Apolo 17. Y el interés radica en los aminoácidos que puede dar luz sobre el origen y distribución del sistema solar.
Mario nos ha llevado, en un viaje en el tiempo, hasta 1969 con motivo de la llegada a la Luna. Los restos que los astronautas se trajeron se repartieron por más de 100 laboratorios. "Un poquito en cada uno de los más de 22 kilos de roca y arena que se llevaron a la Tierra de vuelta estos astronautas. Una de las rocas terminó en el despacho de Franco y se perdió para siempre."
En un segundo salto temporal, a1972, hemos asistido al momento en que Charlie Duke dejó en la Luna, envuelta en unas bolsas herméticas, una pequeña fotografía de su familia. Este gesto ha permitido a Mario recordar que "la Luna no es que sea un vertedero, pero hay cálculos que estiman que allí ya hemos dejado unas 180 toneladas de basura humana".
Eva Villaver, autora de "Las mil caras de la luna" nos ha acompañado para comentarnos más detalles sobre la chatarra que hay en la Luna y el coste de retirada, entre otros puntos de interés sobre la Luna.
Y sobre la duda de la semana (¿Por qué no se cae la luna?) Mario nos ha contado que es debido a la Ley de Gravitación Universal. "Las cosas que están tan lejos, y encima giran. no pueden atraerse tanto. Llegan a un equilibrio, flotando la una respecto de la otra, sin llegar a colisionar".