"Necesitábamos doctoras en Por fin, y por fin tenemos con quienes contar, porque, lo diré verdaderamente: se me Uranga el alma al Consorcio ritmo del cha-ca-chá del corazón.
Taquicardia, han dicho, vitamina el público.
El público, nosotros, somos su espectáculo, su emoción, es todo un redescubrimiento y no hay pretensiones de estas tendencias, sus canciones.
Y sin embargo, cada día, depende del día, la canción que te hacia reír, hoy te emociona y ayer te hizo bailar, pero es que, pasado mañana, te sonsacará esa lágrima atascada.
No son canciones. Son himnos. Son muchos años, ¿cuántos? Son casi muchos años y los que sentimos una conexión con ellos, esa conexión, como el wifi, que se llama Consorcio, una conexión, con repetidor incluido de una más y ponla otra vez, rumbosos, rumbosas del mundo, estamos de suerte, los estibalisorciedades se quedan, volveremos a escucharles, y como no hay garabato suficiente para redondear tanto amor, Sara, por favor, acaba el corazón".
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