El repaseo es un arte. El de epistolarse o enmarrocarse hasta las cejas con tal de interactuar. En esta y en la otra vida el que sobreactúa emigra sin papeles couche. Nos centrifugamos hacia la razón histórica del descontento esta semana.
Sábado para mirar hacia arriba. Calma, que lo tenemos todo, paquetes y no sé cuántos más planes. El corro de Bruselas es particular y en Marruecos lo que hemos hecho es profundizar, que quede claro. Y en cuanto a la niebla del COVID que vivimos Aitor Esteban representa la ruta neuronal de nuestro pensadero de cada día.
Un mes y dos días de guerra. Tanto botón rojo y dónde está el botón despertador de dirigentes. Tal vez sea cuestión de tiempo. Dicho queda.