El repaseo es un arte: el de paclovidirse y romperse el Ucranio en busca de aquello que dicen, mientras lo dicen, "hola don Pepito, hola Don José, ¿cómo están ustedes?" "Estamos bien, estamos trabajando en lo importante", "el Gobierno tiene claro su rumbo", "efectivamente, estamos viviendo un momento muy difícil, muy complejo y muy crítico", "hay que abrir puertas y ventanas" "y no lo va a conseguir"; " yo creo que vamos a centrarnos en lo importante" "que es el no a la guerra". Estiramientos de retórica: arriba el modelo 720 , abajo las restricciones y caída libre con los dos pies. "Estaré abierto a comparecer en el Congreso de los Diputados cuando corresponda".
Sábado para pasar el rumbo por el salón. "El rumbo es el rumbo de la diplomacia" porque todo en esta vida son "aspavientos belicistas" y así, Robles, "estoy bastante templada en lo que hago y en lo que digo". Tibia y sin peroné sigue en la reforma laboral -"trabajamos para el sí" pero que de momento no es-. "Caray". No se onomatopeye, Calviño, que para 'caray', 'carays' los de Nadal. "Se trata de un fenómeno". Casado avisa antes de colaborar: "nosotros no estamos protegidos". Pongamos que esa vaya a ser la tendencia de vuestras entendederas; mientras tanto necesitaremos traducción y un buen traductor del antes y el después, como Alsina: "y entonces dice Casado: 'pues llamo'; y por fin hablan". y en la inter-actuación del mundo nos encontraremos, amigos.