Ana lo tenía todo preparado para volar el pasado 21 de marzo a la India. A 9.000 kilómetros de distancia, en un orfanato, le esperaba su hija adoptiva, ua niña de dos años y medio, a la que estaba deseando conocer. Sin embargo, sus planes se vieron truncados a causa del coronavirus. Una semana antes el gobierno decretó el estado de alarma y su agencia le comunicó que no podría viajar a recoger a su hija.
Al igual que ella, un centenar de familias españolas en trámites de adopción internacional han visto paralizados sus viajes a los países de origen de sus hijos.
Ana explica que han sido momentos "muy dolorosos" y aún están "sufriendo las consecuencias". En su caso, su hija se encuentra en India, un país donde la situación "va cada vez peor": "Ayer llegaron a 39.000 casos nuevos".
Asegura que tanto ella como el resto de familias están "aterrorizados" y no ven una solución, y reclaman al Gobierno una solución para poder viajar a los países de sus hijos porque ellos no son "turistas" y se trata del "bienestar de sus hijos".