Hay veces que la vida te depara un destino inesperado. Imprevisible. Al empresario mexicano, Alberto de la Fuente, nunca se le pasó por la cabeza que “llegaría a experimentar, lo que aún hoy no se explica”.
El 29 de noviembre de 2016 iba a ser un día como otro cualquiera. El despertador del móvil sonó a las siete y media de la mañana y tenía el tiempo justo para llevar a su hijo a la escuela. Salió de casa sin llaves, sin cartera y sin reloj. Su intención era dejar al niño y regresar a casa, pero el destino tenía otros planes para él.
En su camino de vuelta a casa, una enorme camioneta, supuestamente de policía, con ocho hombres uniformados, se dirigió a él y le asaltaron.
Alberto estaba a punto de cumplir 38 años y atravesaba una de las mejores etapas de su vida. Pero en menos de cinco minutos todo su mundo se derrumbó. Fue secuestrado y pasó 290 días en un habitáculo minúsculo, sin luz natural. Inmerso en el absoluto silencio de sus captores y atormentado por el ruido atronador de los narcocorridos.
Se convirtió en mercancía y después de meses de negociación, llegó el día esperado. El 14 de septiembre de 2017 fue puesto en libertad. Ahora seis años después de su liberación relata lo sucedido en un libro estremecedor, 'La caja. Crónica de un secuestro de 290 días'.