Alberto Mastromatteo desde muy joven ha sabido buscarse la vida. Su contacto con la cocina vino por una necesidad básica: no pasar hambre. Ha llegado a vivir en un coche , ha trabajado en la construcción, con 20 años se va para Irlanda en busca de algo mejor y se pone a vender tortillas de patatas. Y allí decide volver a España para formalizar sus estudios de cocina. Acaba con Paco Torreblanca, ya saben, uno de los mejores pasteleros del mundo.
A partir de ahí, la suerte y, por supuesto, su esfuerzo le llevaron a trabajar en los mejores restaurantes de España: como Akelarre, el Celler de Can Roca o DiverXO. Hasta que en el año 2013, a sus 28, decidió crear el gastroespacio Summumm la empresa que le ha llevado a convertirse en ‘’el chef personal de los futbolistas’’.
