Álvaro Domecq es jinete, rejoneador, patrono honorífico de la Escuela de Arte Ecuestre. En 1973 fue galardonado con el 'Caballo de Oro', una distinción de la que está orgulloso y que le "empujó" a seguir al lado de esta institución.
En es especial de 'Por fin no es lunes' desde Jerez habla de su trayectoria como amante y profesional de los caballos, y reconoce que cada día sueña con estar con estos animales: "Sueño cada día y me levanto con las ansias de poder estar entre caballos".
El jinete asegura que siempre ha estado "muy cerca" de la Escuela de Arte Ecuestre a pesar de que vivió 20 años fuera. Durante esa época, visitó numerosos lugares en los que aprendió a montar a caballo.
También, aprendió a ser rejoneador, algo que, opina, le dio "mucha luz" a la hora de montar a caballo. Asimismo, advierte que para ser rejoneador hay que estar siempre encima del toro "porque es un animal fiero".
Por otra parte, habla de su relación con el rey Juan Carlos, quien le visitó en varias ocasiones durante su estancia fuera de España. "El rey me ayudó mucho", insiste.
En cuanto a las labores de la escuela de la que es miembro, destaca la labor de "crear caballos para mejorar la raza", enseñar a los alumnos a ser "grandes jinetes", acoger visitantes y presentar "una cultura ecuestre".
Garabato a oídas a Álvaro Domecq: "Estribar hacia Domecq es un construir horizonte enjaezado"