Álvaro Iraizoz, vocal de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) y experto en derecho de familia, explica en 'Por fin no es lunes' del informe que han publicado, 'IV Observatorio del derecho de familia', en el que explican cuáles son los motivos más comunes entre los españoles para divorciarse.
El abogado recuerda que "desde 2005 no se tiene que acreditar ni alegar ninguna causa específica" para llevar a cabo un divorcio, únicamente "si son causas graves que inciden específicamente en la custodia de los niños".
La crianza es dura y pone a prueba la solidez de las parejas
Además, destaca que en el informe hecho con los datos de más de 3.000 abogados de familia, "el tema de la crianza" de los niños es el primero, llegando a ocupar más de un 30% de los divorcios. "Ya de por sí, el desgaste que supone para los cónyuges, la crianza es dura y pone a prueba la solidez de las parejas", algo que se ha visto agravado a causa de la pandemia, "vemos a las personas que llegan muy saturadas", dice.
Asimismo, incide en que la franja de edad en la que es más común separarse es entre los 40 y lo 50 años, justo en plena crianza de los niños.
Por otro lado, el desenamoramiento es el segundo motivo que alegan las parejas, aunque Iraizoz reconoce que nunca hay una única causa, sino una mezcla de ellas. A esto se le suman las infidelidades que "llega en relaciones de pareja que están mal".
Sucede lo mismo con las dificultades económicas, que no es un motivo principal, pero genera estrés en la pareja y provoca el desgaste. Otro de los motivos de divorcio es la excesiva presencia de las familias políticas, que aunque "no es el motivo número uno, suele salir a relucir de una manera bastante frecuente".
Estos son los 12 motivos de divorcio entre los españoles
- El desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo.
- El desenamoramiento, a veces, acompañado del inicio de una relación con una tercera persona.
- Infidelidades.
- Dificultades económicas.
- Discrepancias que surgen a raíz de la crianza y de la educación de los hijos. Se pone en evidencia estilos de vida y valores completamente distintos.
- La excesiva presencia de las respectivas familias políticas que generalmente ayudan, pero que a veces también ahogan. Sobre todo, cuando uno de los miembros de la pareja mantiene vínculos de excesiva dependencia con su familia de origen.
- Irritabilidad o mal carácter.
- Elección de una pareja con un carácter incompatible e irreconciliable con el nuestro.
- Adicciones.
- Violencia de género, doméstica, trato inadecuado entre los miembros de la pareja.
- Dificultad para gestionar las emociones que genera el surgimiento de enfermedades, físicas o mentales, o agravamiento de las ya existentes en algún miembro de la familia.
- Cuando uno de los miembros de la pareja "sale del armario" aceptando su verdadera orientación sexual.
El 80% de los divorcios son amistosos
Sin embargo, el vocal de la Asociación explica que el 80% de las parejas se divorcian de manera amistosa, algo que supone una gran ventaja porque "los niños quedan al margen".
Por otro lado, en el 20% restante, se producen procedimientos contenciosos. "El drama está en la mala separación, demasiado contenciosa, suele ser en parejas que no superan el duelo de la ruptura y el factor racional desaparece por completo. El resultado suele ser desastroso", alega.
