El tema de las adopciones ha sido otra de las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Tras decretarse el estado de alarma en el mes de marzo, hasta un centenar de familias españolas en trámite de adopción internacional vieron truncado este proceso.
Hace unos meses hablábamos con Ana Bernal, una malagueña de 45 años que teniéndolo todo preparado para volar a la India, su viaje se paralizó como consecuencia de la crisis del coronavirus y no pudo ir a por su hija.
Después de siete meses de lucha, en el mes de octubre le concedieron el visado. Ahora hace un mes que la pequeña Dya disfruta, junto a su madre, de su nuevo hogar. "Se está adaptando increíblemente bien, está sana y llena de energía", cuenta su madre.
En el mes de septiembre, con la pandemia un poco más controlada y gracias a la insistencia de las familias afectadas para que las autoridades nacionales y los destinos se pusieran manos a la obra, la Dirección General de Asuntos Consulares citó a Ana para hacer una videoconferencia y hablar de fechas concretas.
Apenas unos días después, el 1 de octubre, Ana recibió el visado y tres días después ya estaba embarcándose en un avión camino a la India. "Esto es una prueba de que querer es poder y cuando hay buena voluntad de las autoridades, se puede", dice Ana.
Aunque no fue un encuentro "ideal" por las circunstancias y con "muchos sentimientos encontrados", Ana está en casa con su hija Dya. No obstante, muchas familias todavía no han podido ir a por sus hijos, por ello desde la plataforma que constituyó junto a las familias afectadas siguen luchando por efectuar estos encuentros.