El papel de las enfermeras y enfermeros ha sido crucial para combatir al coronavirus en nuestro país. Ellas han cuidado a los pacientes, a los familiares, y aunque parece que las enfermeras siempre están en un segundo plano, ha quedado demostrado que no es así.
Ana García Pozo es subdirectora de enfermería del Hospital Gregorio Marañón. Ella además de sanitaria, también ha sido una de las víctimas del coronavirus. Enfermó durante la pandemia y nos explica que lo más duro de contagiarse "no fue estar enferma, sino saber que no podía ir a trabajar".
Ana nos cuenta además que en la época más dura se llegaron a movilizar a "730 enfermeras y 500 auxiliares", y que los pacientes no solo llegaban enfermos al Marañón, llegaban "asustados" por lo que se pudieran encontrar allí. "Teníamos que hacerles sentir que estaban en casa", señala Ana.