Andrés Torres cree firmemente en el poder transformador que tiene la comida. Las grandes decisiones se toman alrededor de una mesa y en su restaurante, Casa Nova, añaden ingredientes que no vienen en todos los recetarios. En sus seis mesas se disfruta de un menú en el que la gastronomía es importante, pero también las historias.
El chef lleva más de treinta años ayudando, nunca ha dejado de ser corresponsal de guerra y con su ONG, Global Humanitaria, ha acudido al campo de batalla para alimentar y asistir a las personas que están sufriendo las consecuencias de un conflicto armado. También tienen comedores escolares repartidos por el mundo y toda esta labor ha sido reconocida en la novena edición del Basque Culinary World Prize 2024, pero su mayor satisfacción es concienciar y llevar alimento a los lugares donde peor lo están pasando.