Ángel López conoció a Justo Gallego hace 24 años cuando visitó la Catedral de Mejorada del Campo (Madrid). La historia de Justo es la de la fe y la generosidad. En 1961 tuvo que abandonar su comunidad religiosa por padecer tuberculosis y, desde entonces, dedicó su vida a la construcción, primero de una capilla, y ahora de la Catedral.
Sin planos (con los dibujos que hacían en la tierra), sin permisos de obras y con el 98% del material de construcción reciclado, reutilizado o donado, la Catedral sigue su construcción de la mano, ahora, de Ángel con la ayuda de los "Mensajeros de la Paz".
Esta última entidad ha realizado, recientemente, una estudio arquitectónico para proceder a la legalización del templo. Nos explica Ángel que "aún queda mucho por hacer" y que quisiera ver, terminados, la cúpula y los patios.
Ha tenido muchas palabras de cariño y de recuerdo para el que fue su maestro (Justo Gallego) del que guarda sueños y anhelos de futuro.