Se encuentran a 10.000 kilómetros de distancia, pero tienen algo en común. Son Galicia y Japón. Dos lugares que comparten una curiosa historia sobre una extraña enfermedad.
Se trata de la ataxia de la Costa da Morte, una enfermedad incurable cuyo origen se remonta a más de 1.000 años de antigüedad. Testimonios orales y documentos escritos ya hablan de personas con síntomas similares, que no saben a qué achacar: pérdida de equilibrio, problemas para caminar, sordera y dificultad para hablar. Durante años este mal pasó de generación en generación sin tener ni siquiera un nombre, hasta que un neurólogo español, el doctor Manuel Arias, encontró su causa en la mutación de un gen y lo bautizó.
Lo que no sabía este médico gallego es que, en la otra punta del mundo, un doctor japonés trataba a pacientes con síntomas similares y llegaba a la misma conclusión que él. ¿Cómo pudo surgir la misma mutación genética en dos lugares tan lejanos entre sí?