La gente ya está en “modo verano”, pero lo que realmente queremos es estar en “modo vacaciones”, dejar a un lado nuestras responsabilidades laborales para relajarnos y gozar del descanso durante unos días. Las ganas y la ilusión de este momento se pueden ver truncados porque no somos capaces de ponernos en modo off.
A veces la cabeza nos juega malas pasadas y no sabemos cómo cambiar el chip y dejar a un lado todas las responsabilidades y preocupaciones que arrastramos del trabajo. Estar inmersos en un mundo completamente conectado nos provoca ansiedad y el problema de no parar de pensar en todo. Por eso Ana Ibañez nos da las claves para lograrlo.