Dani García cerró un restaurante un año después de haber recibido la tercera estrella Michelin. Eso da una idea de que no estamos delante de un cocinero que siga el camino que se espera de él. Ahora, su grupo tiene más de 20 restaurantes repartidos por todo el mundo y factura unos 50 millones anuales. En Por fin no es lunes hablamos con él.
Ahora sigue haciendo negocios, abriendo locales, como el ‘Tragabuches’ en Marbella y otro que va a abrir en París. Y viviendo, cenando con sus hijas, por ejemplo, algo que, si hubiera decidido seguir por el camino de la vanidad, no podría hacer. “Las tres estrellas me dieron ego, pero me quitaron vida”, llegó a decir Dani García en una entrevista. Vida que le devolvió, aunque parezca un contrasentido, el confinamiento.