"Este es un país en el que hablamos inglés. ¡Hay que hablar inglés!", repitió Donald Trump durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. El entonces candidato insistió en ese punto como parte de su discurso nacionalista y antiinmigración.
Una de las reflexiones que se planten estos corresponsales es si es solo una cuestión de idioma o si hay algo detrás. (El mensaje es claro: si estás en este país, tienes que hablar su idioma. El problema es que EE.UU. no tiene un idioma).
Actualmente, 32 estados de EE.UU. tienen el inglés como idioma oficial. Si se tiene en cuenta que varios de esos estados en los que el inglés es el idioma oficial son lugares con una alta población de origen latino, como California, Arizona o Florida, es fácil deducir que la oficialidad del inglés no ha impedido que la comunicación en español siga muy viva. En cuanto al gobierno federal, todos los intentos de hacer el inglés idioma oficial por ley han fracasado.
Esta defensa férrea del inglés tiene organizaciones principales del movimiento English Only como ProEnglish, que tiene como uno de sus objetivos que el inglés sea designado idioma oficial de EE.UU.
El objetivo de los corresponsales es tomarle el pulso a EE.UU: que habla español en medio de una época donde acampa la polarización. “Nuestra idea es viajar de este a oeste de EE.UU. en busca de historias que nos muestren el poder que tiene el español en esta nación”, expresa Fajardo.