Galileo Galilei, padre de la astronomía moderna, se quedó ciego al final de su vida, aunque al fin y al cabo se pasó la vida observando el universo. Pero, ¿es compatible la astronomía con la ceguera?
Enrique Pérez Montero es un ejemplo de ello. Un astrónomo que no ve las estrellas debido a una enfermedad degenerativa. A pesar de ello, se ha pasado la vida en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, en Granada, investigando principalmente estallidos de formación estelar en galaxias y divulgando la Astronomía Accesible, un proyecto con el que acerca su pasión, que es observar y estudiar el universo, a personas que, como él, no pueden mirar ahí arriba.
Enrique no es ciego de nacimiento, lo que le permite jugar con su memoria para realizar su trabajo. "La memoria, la atención y la lógica son otros "sentidos" que nos ayudan a procesar la información. Tengo todas las galaxias, estrellas y matemáticas en mi cabeza, eso no me lo va a quitar nunca nadie", declara.