Más de mil días, en concreto, 1.207 días con la mascarilla puesta, viéndonos de nariz para arriba, interpretando guiños, exclamaciones, gestos, desarrollando otro tipo de lenguaje.
El 26 de junio de 2021 dejó de ser obligatoria para casi todos nosotros y este miércoles se publicaba en el BOE el fin del uso de la mascarilla obligatoria en todos los ámbitos, el símbolo de una pandemia que damos por terminada tres años después.
Para muchos esta noticia supone ver por primera vez la cara de sus compañeros de trabajo porque hasta hace nada en muchos sectores se seguía utilizando la mascarilla. Este el caso de Xandra Luque, jefa de cocina de la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, que por fin puede volver a cocinar oliendo y probando las cosas sin la incomodidad de tener que hacerlo quitándose la mascarilla.
¿Deberíamos seguir llevando mascarilla en algunos momentos?
Algunos expertos creen que no deberíamos olvidar por completo a este compañero de viaje. La mascarilla nos ha dejado un aprendizaje y ya es muy alto el porcentaje de españoles que reconoce que hará uso de ella en situaciones y ámbitos donde el sentido común les diga que es conveniente llevarla.
Ya hay propuestas como la del Director General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de Andalucía, que va a trasladar la necesidad de mantener la obligatoriedad de las mascarillas en determinados lugares y épocas del año.
Esta idea cuenta con el apoyo de muchos profesionales que creen que la mascarilla debería pasar a formar parte de nuestra cultura. Estoy seguro de que muchos oyentes están pensando que llevarán una mascarilla por si acaso. Para hablar de esta posibilidad, nos acompaña el virólogo y profesor de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, Estanislao Nistal, que explica en qué ámbitos deberíamos seguir usando la mascarilla.
"Nos puede ayudar a ser higiénico con la persona que tenemos enfrente"
"Lo veo algo equivalente a lo que pueden ser medidas de higiene habituales, cosas como lavarse las manos, vestirse o ducharse, que tenemos interiorizadas, se pueden trasladar a situaciones en las que pensamos que esos agentes infecciosos nos pueden estar rodeando. Ahí es cuando hay que ser consciente de que la mascarilla nos puede ayudar a ser higiénico con esa persona que tenemos enfrente", asegura.
La interiorización del uso de la mascarilla "la tienen en otros países"
Afirma que, dejando de lado todos los problemas de abastecimiento que hubo al principio de la pandemia, así como el rechazo inicial que pudo llegar a tener por parte de varias personas, Nistal considera que ha quedado patente que las mascarillas "ayudan a poner una barrera que evita infectar a otra persona". Y ese es el pensamiento que aboga por tener cada vez que vamos a estar en una situación en la que normalmente usaríamos mascarilla: "¿Hasta qué punto esa mascarilla va a ser útil? ¿El llevarla puede significar un método de protección y respeto para la persona que tengo enfrente?".
Por ello, pone el ejemplo de alumnos suyos de Taiwán que, cuando notan el mínimo síntoma de catarro ya la usan: "Ellos tienen interiorizado que mi respeto hacia ti es llevar mascarilla".
