A lo largo de la historia, el ser humano se ha esforzado en buscar formas eficaces o terriblemente crueles de torturar y matar. Las técnicas son múltiples y diversas: mutilaciones, laceraciones, hogueras, fusilamientos, horcas, garrote vil, guillotinas, inyecciones letales, cámaras de gas, sillas eléctricas, lapidaciones, castraciones…
Juan Eslava Galán acaba de publicar, junto a su mujer, Isabel Castro Latorre, un libro que lleva por titulo 'A garrote vil. Verdugos, ejecuciones y torturas en España y otros países', sobre esas formas de aplicar la pena capital a lo largo de la historia y también, sobre los encargados de aplicarla.
Su interés histórico sobre ejecuciones y verdugos se remontan a hace unos 35 años, cuando comenzó a investigar sobre el tema, y ahora, todo ese material que ha ido recopilando a lo largo de su vida, se plasma en este libro que asegura en sus primeras páginas que "el hombre es el único animal que disfruta con el dolor ajeno".
La "leyenda negra" sobre la Inquisición española
Nos equivocamos si pensamos que la época de la Inquisición fue la "época dorada" de la tortura, pues "hay mucho de leyenda negra sobre la Inquisición", explica Eslava.
La inquisición española no fue la más cruel de todas
En primer lugar, todos los países europeos tuvieron sus propias inquisiciones, aunque se llamasen de otra manera, y "la española no fue la más cruel". El error de España fue que cuando el resto de países ya no contaban con este tipo de instituciones, la española perduró hasta el primer tercio del siglo XIX.
"Las ejecuciones de nuestra Inquisición fueron numéricamente mucho menores que las que se dieron en Francia, Italia o Alemania", sostiene.
Los asirios, los inventores de la crucifixión
Históricamente los asirios han sido considerados los grandes maestros en las torturas y ejecuciones. En sus bajorrelieves retrataron algunas de las formas de tortura que utilizaban, como el empalamiento por el ombligo, y, además, se supone que fueron los inventores de la crucifixión.
Sin embargo, "todos los pueblos de la antigüedad en Oriente Medio fueron muy crueles en ese sentido, era una cosa de la época", explica Eslava insistiendo en que "siempre se ha torturado, en todas las civilizaciones".
Día de ejecuciones públicas, día festivo
Siglos atrás, el día de ejecución en muchos lugares de España era prácticamente considerado un día festivo. "En España ha habido ejecuciones públicas hasta 1904", aunque en la guerra civil también se produjeron algunas.
Cuando había ejecuciones públicas, en Madrid se realizaban en la zona de la Latina, los coches de punto -que eran los taxis de la época-, iban pregonando las ejecuciones, igual que se pregonaban las corridas de toros.
"Se congregaba mucha gente que dejaban de trabajar ese día e incluso venían de los pueblos de alrededor para asistir a la ejecución", detalla el escritor. Además, en el entorno de la plaza se alquilaban ventanas, balcones e incluso tejados como si fueran palcos, para estar presentes en la ejecución. También, se instalaban puestos de churros y otros productos típicos.