En enero de 2016 David Bowie falleció y fueron muchos los que quisieron rendir homenaje a este referente de la cultura pop.
Uno de ellos fue Jesús Arrúe que, tras subir un retrato del artista a redes sociales, su carrera dio un vuelco de 360º. Dejó su trabajo y comenzó a dedicarse a la pintura.
Desde entonces ha creado obras para Alejandro Sanz, Antonia San Juan e incluso para Madonna.
Jesús ha vuelto a encontrarse con el retrato de Bowie ahora que ha pasado a formar parte de la colección permanente de L’ETNO (Museu València d'Etnologia).
El artista nos cuenta cómo ha cambiado su vida a raíz de esta obra, que, además, es el primer grafiti indultado de España.