Isabel II, la monarca que supo fascinar a todos y comunicarse mediante símbolos

Los contertulios tratan la fascinación que produce el personaje de Isabel II como soberana y la importancia de la corona para el pueblo británico. Barreiro destaca la simpatía que muestra su figura por estar presente en nuestras vidas, observando cómo ha pasado de ser la joven monarca que se ganó el respeto del mundo a la simpática anciana que hemos conocido en la última década.

El reinado de Isabel II, que ha estado presente en las grandes transformaciones de la historia moderna, ha sido el de un reinado moderador, institucional y neutral. La posición distante de la monarca ha dejado más dudas que certezas sobre sus opiniones y una forma sutil de mostrarlas cuando ha querido hacerlo: a través de gestos y mensajes en su forma de vestir.

La historiadora habla del "sacrificio" de la soberana, que siempre ha antepuesto los intereses de la corona a los suyos propios. Boris Izaguirre recuerda los entresijos de la Casa Real británica, entre los que se encuentran la relación de los padres de Isabel o la muerte de la Princesa Diana, que dejó una sombra muy alargada y todavía se habla de un matrimonio de tres.

Su carácter, heredado de su madre, es uno de los aspectos más característicos de su personaje, siendo Adolf Hitler quien la definió como "la mujer más peligrosa del planeta". Además, se destaca su último gran gesto, fallecer en el Castillo de Balmoral, situado en Escocia, una región que se debate entre el independentismo.