Javier Ablanque, autor de "Historias de la Historia explicadas por la Física", es ingeniero y divulgador científico y nos cuenta en Por fin no es lunes que en el prólogo de su libro dice que "cada uno de nosotros, a veces sin saberlo, estamos aplicando continuamente los principios de la física". Y añade que, "como no podía ser de otra forma, la física también está presente en las gestas históricas y en las leyendas ancestrales".
Nos cuenta que casi todo se puede explicar usando la ciencia, la física. "La física está en el día a día, en el quehacer diario. Todos aplicamos la física aunque no sepamos sus principios y aquí mismo estamos aplicando muchísima física" asegura.
En el libro habla de la historia de cuando Aníbal cruzó los Alpes con su ejercito a lomos de elefantes y cuentan que lograron romper una roca con fuego y vino avinagrado. "Eso viene descrito en una de las historias del historiador romano Tito Livio, que describe el pasaje de la roca, donde los miles de soldados se encuentran con una roca de enormes dimensiones y no sabían qué hacer. Así que se les ocurrió verter vino avinagrado y además hacer una gran fogata para romper aquella roca. Claro, con el vino avinagrado lo que pasa es que el ácido acítrico que lleva pues se disuelven las rocas calizas y con la gran hoguera pues se destruía la roca por dilataciones del material. Lo que pasa es que me inclino a pensar que es casi mas una leyenda que una realidad porque a esa altura de la cima pocos árboles habría y tendrían que cortar muchos arboles. Además necesitarían unas ingentes cantidades de vino avinagrado que no creo que portasen. Pero la historia, la leyenda, es muy curiosa y me encantó cuando la leí" nos cuenta.
Todos aplicamos la física aunque no sepamos sus principios
También nos habla de la isla de San Borondón, que, según la leyenda canaria, aparece y desaparece desde hace varios siglos... "Lo que hay que pensar es lo que realmente la gente ve" asegura. "Realmente eso es un espejismo superior. Todos estamos acostumbrados cuando vamos por una carretera a ver de lejos un charco y cuando realmente te acercas no hay nada, eso es un espejismo inferior. El espejismo superior es justo lo contrario, se curvan los rayos de luz al contrario debido a que este caso el aire en el contacto del mar y hace más frio que en las capas superiores. Lo que provoca al final, pues que podemos ver objetos que están más allá del horizonte como una isla. Y es posiblemente la Isla de La Palma y cuando se acercaban no había nada" afirma en Por fin no es lunes.