Daddy Yankee, un mito del reggaeton, ha anunciado que se retira. Con esta excusa hemos querido hablar en 'Por fin no es lunes' sobre este género, que triunfa desde hace 20 años en España.
Alaska ha recordado: "Primero empezó lo latino, Ricky Martin, Chayanne... luego vino el reggaeton" mientras sonaban los primeros compases de "Gasolina", el primer tema que ha elegido hoy para su sección. "en la película 'Cómo está el servicio', Gracita Morales dice en una boite, al ver a unos jóvenes bailando pop: "Esto no es música y esto no es bailar"". El desprecio hacia los nuevos géneros no es algo nuevo: "Toda la vida con la misma cantinela", ha asegurado.
Olvido también ha recordado a Ivy Queen, y su mensaje en 'Yo quiero bailar': "Yo te puedo provocar y eso no quiere decir que pa la cama voy", canta.
Incluso cabe en el reggaeton, lo ha demostrado Alaska, la mezcla de transexualidad y underground en 'Reinas', de Jedet y MS Nina. La colaboradora ha cerrado su sección con Lola Indigo y su "Soy aquella niña de la escuela..." ¿Se lo canta a la Academia de OT? Ahí ha dejado la duda nuestra colaboradora.
El reggaeton afecta (para bien) al cerebro
También hemos hablado con Jesús Martín Fernández, neurocirujano en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, que con 29 años ya es una referencia en la comunidad médica. Es especialista en operar a pacientes con tumores sin dormirlos, mientras están conscientes. También es compositor, de música clásica, y acaba de firmar, entre otras, la banda sonora de la obra teatral ‘Magallanes Elcano: La primera vuelta al mundo’.
Y, sobre todo, por eso hemos querido tenerle precisamente en el programa, es autor, junto a otros neurocirujanos, de un estudio que ha logrado determinar cuál es el género musical que más actividad produce en el cerebro. Por este estudio ha aparecido en la CNN, el New York Times o la BBC, en países como Estados Unidos, Francia o Abu Dhabi. Este estudio, además, puede abrir una nueva línea de investigación sobre el Parkinson.
Al empezar la residencia, decidió investigar sobre la música. “Es lo que siempre me ha movido a mí como ser humano", dice. En el estudio, se analizó cómo respondía el cerebro a los géneros: clásica, reggaeton, electrónica y folclore. Fueron 28 participantes, de unos 27 años, sin enfermedades previas y sin formación musical -para que la actividad cerebral no estuviera condicionada previamente-. Escuchaban unos fragmentos musicales y los neurocirujanos observaban a través de una resonancia qué áreas del cerebro reclutaban más moléculas de oxígeno, lo que indica que se están activando.
Así, descubrieron que el reggaeton produce un activación muy intensa en los ganglios basales, una zona cerebral implicada en el movimiento, la emoción y el placer. También es la zona que se daña cuando alguien tiene Parkinson, lo que ha abierto la puerta a investigar cómo puede influir el reggaeton en la evolución de esta enfermedad neurodegenerativa.
Una cuestión de ritmo
La última visión sobre la industria del reggaeton nos la ha aportado el productor y compositor Bruno Valverde, que ha trabajado con artistas, como, precisamente, Lola Índigo, Danna Paola, Becky G. o Ricky Martin. Bruno ha explicado por qué gran parte de la música comercial suena a reggaeton: "Es una figura rítmica muy tribal, eso hace que guste a mucha gente y se pueda usar como una salsa en muchos platos"
El músico ha reconocido que le han escrito incluso desde Corea para hacer reggaeton en coreano. "¿Y por qué no? Trasciende las letras. Mi padre no habla inglés y le encantan los Beatles"
"Desde principios de los 2000 hasta 2010 la música estaba en 125 BPM. En los últimos 10 años está entre 80 y 110. Cualquier canción que tenga ese ritmo puedes hacerla con el traje que quieras". Y ha puesto un ejemplo de cómo trabajo, partiendo de una base jazzística, para hacer el tema 'Oye Pablo', de Danna Paola.
Sobre el futuro, cree que pasará como con el hip hop: "dejará de ser tendencia, pero se quedará ahí como un género más".