El Hospital Gregorio Marañón y su personal tuvieron que hacer un esfuerzo titánico durante los momentos más duros de la pandemia. De las algo más de 1.200 camas con las que cuenta el hospital, pasaron a tener 1.600 con la reconversión y adaptación de unidades, de la biblioteca, de quirófanos, de los gimnasios de rehabilitación…
El Ejército de Tierra montó un hospital de campaña en las puertas de Urgencias con capacidad para otras 65 camas. Durante aquellos días, el Gregorio Marañón se reinventó, como lo hicieron todos sus departamentos.
Jesús Millán, jefe del Servicio de Medicina Interna del Gregorio Marañón, vio como su servicio se multiplicó de tamaño y personal para poder atender a todos los pacientes que les llegaban. "Llegamos a tener 740 pacientes ingresados", explica el doctor, quien nos habla de cómo ha sido el trabajo en el Hospital durante todo este tiempo: "El desgaste ha sido descomunal, pero lo hemos hecho porque es lo que tocaba hacer".