La rendición de Breda, el Retrato del papa Inocencio X, Las meninas, Las hilanderas, La venus del espejo… Está claro que Diego Velázquez fue uno de los máximos exponentes del barroco y de la pintura, no solo española, sino universal. Pero lo que muchas veces se obvia cuando hablamos de este genio sevillano, es su relación con el poder. Sí, sabemos que fue el pintor de cámara de la corte de Felipe IV (conocido como el Rey Planeta), pero lo que muy pocos saben es que Velázquez no solo ansiaba convertirse en un gran artista, sino que estaba obsesionado con el poder.
‘Velázquez: El poder y el arte’ es el retrato, en forma de documental, de ese otro Velázquez, el que apenas conocemos, el que estaba obsesionado en convertirse en un noble. ¿Por qué apenas sabemos de él? ¿Quién fue realmente Diego Velázquez? ¿Cómo es esa relación, casi de necesidad mutua, entre el poder y el arte? En Por fin no es lunes se lo preguntamos al gestor cultural e historiador del arte José Manuel Gómez Vidal, director del documental ‘Velázquez: El poder y el arte’.
El documental ‘Velázquez: El poder y el arte’ cuenta con intervenciones de Alfonso Guerra, Javier Olivares (historietista), Alexandra del Bene (artista y restauradora), Miguel Ángel Cajigal ‘El Barroquista’ (historiador del arte y divulgador), Miguel Zorita (escritor y pintor), Luis Méndez (catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla) y Álvaro Perdices (artista y comisario de arte).
