Josué Fajardo tiene 27 años y abandonó sus estudios en 2º Bachillerato. Durante cinco años trabajó en un mercadillo con sus padres dedicado en cuerpo y alma a la venta ambulante. Hasta que un día decidió volver a las aulas. Se sacó el Bachillerato, se matriculó en el Grado de Educación Primaria y ahora es maestro de Inglés en una escuela de Barcelona y trabaja con niños desde los cuatro a los nueve años de edad.
En Por fin no es lunes, reconoce lo agradecido que está a sus padres por insistirle en que continuara los estudios, así como inculcarle el "gusanillo" por la lectura, y relata los difíciles comienzos que tuvo junto a su hermano siendo los primeros alumnos de etnia gitana en su colegio: "Fue una etapa difícil porque era un choque cultural bastante grande y no es sencillo ser el diferente. Aún recuerdo cuando una niña me dijo 'gitano de mierda'. Fue muy duro".