Calor y verano. Muchas veces es sinónimo de costa, mar, playa. En nuestro país tenemos espacios maravillosos para pasar unas vacaciones estivales. Este año las cosas son algo diferentes. Las poblaciones de costa tienen el reto de compatibilizar la llegada de veraneantes y la situación epidémica. Y no está resultando fácil.
Ante el repunte de casos, que ya ha sido denominado como 'quinta ola', algunas comunidades autónomas han optado por tomar medidas. Cataluña, Castilla y León, Aragón, Navarra, entre otras, han cerrado el ocio nocturno.
Pero estamos observando que estas medidas, en ocasiones, provocan la celebración de botellones en nuestras calles y plazas. Barcelona, por ejemplo, ha optado por regar las playas de la ciudad para evitarlo y Galicia precintará los lugares de concentración de los jóvenes.
En 'Por fin no es lunes' hablamos sobre ello con Juan Manuel Bermúdez Escámez, alcalde del municipio gaditano de Conil de la Frontera.
Polémico vídeo en Conil de la Frontera
El fin de semana pasado corrió por las redes un vídeo donde un centenar de jóvenes, en la madrugada del domingo pasado, saltaban y cantaban, sin mascarillas ni guardar la distancia de seguridad. Son imágenes que nos sorprenden, de una forma triste, debido a la temeridad que hay en esos comportamientos.
Juan Manuel Bermúdez nos cuenta cómo reaccionaron a esta situación: "Estos jóvenes no representan a la juventud que tenemos. Son grupos minoritarios. A Conil vienen muchísimos jóvenes, familias, parejas. Desgraciadamente, por culpa de medio centenar de impresentables, que no son bien recibidos en nuestro pueblo, la imagen de una zona turística queda dañada".
El alcalde afirma que esto se ha vivido otros años: "No es la primera vez que ocurre. Indudablemente, con la preocupación que tenemos por la pandemia, con lo que significa la situación tan difícil que estamos viviendo, encontrarnos con imágenes como estas, sin duda alguna, la repulsa es mucho mayor".
"Se habla de turismo de borrachera, pero yo no utilizaría ni la palabra turismo. Si vienen a emborracharse y a no respetar las normas de civismo y no tienen ningún tipo de educación al lugar donde van a pasar unos días, lo mejor es que se queden en sus casas y se emborrachen allí", afirma contundente el alcalde.
Cómo frenar los botellones
Cada fin de semana se ven repetidas imágenes de jóvenes haciendo botellón en las calles de ciudades y municipios de España. Bermúdez nos cuenta qué medidas están llevando a cabo en Conil para poder evitarlos: "Nosotros fuimos de los primeros pueblos que prohibimos el botellón en la calle, antes de que hubiese una normativa estatal. Se trata de tener refuerzos policiales, pero yo siempre digo que por muchos policías que tengamos, quien quiere hacer un botellón se va a ir un día a un sitio y otro día a otro. A veces es complicado evitar este tipo de reuniones".
No obstante, el alcalde asegura que los botellones "no se dan en las calles de Conil". "Con las imágenes que vimos ellos no estaban haciendo botellón, sino que acababan de salir de unos locales y querían salir con la fiesta", explica.
"Nosotros colocamos dispositivos en los sitios donde entendemos que más se reúnen, como la playa. También estamos instalando focos para que haya mejor iluminación para que la policía tenga menos dificultades", añade.
La situación epidemiológica en Conil
En las últimas semanas la localidad ha estado en el punto de mira. A pesar de tener una incidencia acumulada de 1.045 casos por cada 100.000 habitantes, la Junta de Andalucía ha descartado cerrarla perimetralmente. Bermúdez comenta cómo está la situación en estos momentos: "La incidencia sigue siendo alta. Estamos en torno a 1.300 casos por cada 100.000 habitantes. Nosotros pusimos encima de la mesa una serie de cuestiones, como la presión hospitalaria, la cual estaba bajando. Por ello, se decidió no aplicar esta medida".