¿Pero eso existe? Se preguntarán... Sí, y su origen está en una universidad, donde su creador pensó que el mejor Trabajo Final de Grado era Koroko, una empresa que pone en las estanterías de nuestro supermercado huevos con sabor a trufa, a queso, a jamón serrano y a ajo. Quién le iba a decir a Cayetano Belso que ese trabajo universitario iba a ser su futuro.
Patatas con sabor a trufa, a huevo frito, a miel y mostaza… No nos extraña. Pero el huevo es huevo de toda la vida, y no podíamos imaginar conseguirlos con diferentes sabores... Es cierto que la palabra innovación no parece rimar mucho con ‘huevo’. Es un alimento muy sano, nutritivo e imprescindible. Tanto como para no ser capaz de modificarlo o, mejor dicho, no querer modificar ese sabor puro. Pero 'Koroko' es la primera empresa del mundo de huevos con sabores.