La oca Luquita perdió a su novio, un pato mudo, y desde entonces reparte mal humor por el barrio
Nos vamos a Padrón porque allí, desde hace seis años, vive una nueva vecina y es muy especial. No tiene casa, no tiene trabajo y tampoco habla. Tiene muy “mala uva” y eso sí, grazna como pocas. Se llama Luquita y pasea por el pueblo “como Pedro por su casa”. Todos los vecinos de esta localidad coruñesa conocen bien sus andanzas. Hablamos con Narenka Pérez es la titular del quiosco de prensa del Espolón y la vecina más cercana de la oca Luquita.
ondacero.es
Madrid |
Nerenka Pérez que es la dueña de un quiosco nos cuenta la curiosa historia de la oca que es ya famosa en Padrón y el marido de Narenka la bautizó como Luquita.
Hace años en el río Sar vivían unos patos silvestres y uno de ellos comía de la mano de su marido por lo que decidió llamarle Lucas pero un buen día se marchó. Cuando apareció la oca decidió llamarla Luquita y así la conoce todo el mundo.
Nerenka nos cuenta que Luquita era un ejemplar tranquilo hasta que perdió a su pareja hace unas seis semanas, este era un pato mudo, de cresta roja, que no graznaba. Ella le seguía a todas partes pero desgraciadamente el pato murió y ahora Luquita está descontrolada y triste. Tiene muy “mala leche”. No se deja querer y a veces quiere atacar. Es muy territorial, como si fuese la dueña de todo.
Nos cuenta como anécdota que ella no se va nunca del pueblo, que no emigra. En una ocasión la quisieron trasladar porque mataba a todos los patos pequeños, "se la llevaron a tres kilómetros y a los tres días volvió".