Una de las más relevantes es el fenómeno de la infra denuncia, porque muchas de las víctimas de los actos de odio, sobre todo las más vulnerables, no denuncian porque entienden que no va a servir para nada.
También ha dejado claro que las redes sociales han sido muy liberadoras pero también "han liberado lo peor de nosotros". Pagaza asegura que la elaboración de este estudio, que recoge datos desde 2015, "ha sido un paseo por el infierno". Y aclara: "no son datos, son historias", y recuerda que detrás de las cifras hay mucho sufrimiento.
Pagaza ha ejemplificado este dolor con la historia de un chico magrebí de tres años que, en Italia, se acercó al carrito de un bebé. "El padre del bebé le pegó una patada al niño y lo lanzó por los aires, sólo por su origen magrebí", ha contado.
También ha dicho que existen muchas formas de odiar y muchos motivos diferentes por los que odiamos. Con el coronavirus, por ejemplo, incluso ha habido sanitarios que han sufrido actos de odio por ir a dormir a su casa. También ha recordado que un autobús fue apedreado cuando trasladaba a los mayores de una residencia en pleno confinamiento.
Y ha habido tiempo también para hablar del concepto de ‘revictimización’, es decir, la doble agresión que sufren algunas víctimas del terrorismo cuando se atacan sus tumbas, por ejemplo, o se les agrede directamente. Un fenómeno que sufren las víctimas del terrorismo de ETA y también las del Holocausto.
“La senadora Liliana Segre, que sobrevivió a Auschwitz, tiene que llevar escolta”, ha contado Pagaza. Y ha añadido: “A Consuelo Ordóñez y a mí nos han atacado varias veces. He tenido que leer auténticas barbaridades”.
