Manolo Hernández es un auténtico enamorado del Camino de Santiago, él se define como ''extremeño de nacimiento, catalán de formación y gallego de vocación''. Una vocación que le ha llevado a recorrer 102 caminos y se ha demostrado que puede superar cualquier adversidad en la vida.
El Camino de Santiago es para Manolo un viaje de reflexión y después de haberlo recorrido tantas veces se ha creado su propio ritual; siempre empieza y termina las etapas de noche y sin linterna, incluso a veces ni come. Este peregrino apasionado ha sido capaz de llegar desde Pamplona a Santiago de Compostela en once días andando una media de 66 kilómetros diarios.