Existe una medicina que cura al escuchar. Que sirve de alivio para quien lo busca. La música consuela.
Marwan encontró alivio en la música de Ismael Serrano, le cambió la vida, y en el año 2009 en la sala Galileo, pudo cumplir uno de sus mayores sueños: cantar juntos.
Cumplió ese sueño de cantar con los que fueron sus referentes y son ya 20 años en la música. Dos décadas en las que han pasado muchas cosas. De padre palestino y madre soriana supo desde muy joven, no solo lo que es sobrevivir, sino lo que es construir una vida. Y creció con orgullo, en su barrio: Aluche. Preocupado siempre por esa 'cara B' de la sociedad.
Son veinte años en la música que hoy celebra con la certeza de que es un artista inquieto, que es poeta, cantautor, sí, pero también rockero, popero, incluso rapero. El accidente que le mantuvo un tiempo alejado de los escenarios, le hizo descubrir su lado más polifacético y está claro que, en su caso, la medicina musical es urgente, como sus canciones.
Como hijo de un palestino, el cantante asegura que tiene información de primera mano sobre lo que está ocurriendo en Gaza, pero confiesa que la situación le está provocando "mucha ansiedad".
"Mi padre es un refugiado palestino que nació en un campamento de refugiados en el año 50, porque en el 48 se creó Israel y a mi familia le quitaron todo lo que tenían. Él vivió una vida de penurias hasta que emigró a España, donde vino a estudiar, y pudo vivir en paz", explica Marwan.
A su padre le dedica una canción en su disco 'El viejo boxeador', donde habla sobre salir adelante y reponerse de los golpes: "Mi padre representaba muy bien el espíritu de resiliencia".
Marwan asegura que la canción de autor "goza de buena salud" en España, pero que las generaciones que vienen lo tendrán más difícil. "Los de 20 años están muy centrados en bandas y en lo urbano. Ahora hay menos ideología y más tecnología"
