Ahora se puede decir que se trataba del mayor acueducto que se levantó en la península en época romana. Casi 100 kilómetros de infraestructura que abastecía de agua para consumo y para regadío que nacían en Tuéjar y terminaban en el centro de Valencia.
Siempre se ha pensado que no estaba terminado, había dudas incluso de si había llegado a funcionar, pero ahora, el arqueólogo Miquel Martí Maties ha podido demostrar que, las acequias en uso de la huerta valenciana son, en realidad, adaptaciones de aquella obra original romana.