Han pasado cuatro años desde que Montserrat Caballé se convirtió en una estrella que continúa iluminando a su hija. Cuatro años desde la muerte de una mujer con una voz prodigiosa capaz de levantar a miles de personas en casi media hora de ovación. Una mujer cuyo principal objetivo era cantar y servir a la música.
Montserrat Caballé era "de otra galaxia" como asegura Montserrat Martí Caballé, su hija, con quien durante más de veinte años compartió escenarios, viajes y aplausos. Ella siguió su estela casi de forma accidental, aunque también buscada, y siempre ha tenido claro que había que compartir a su madre, porque su voz hace feliz al mundo.