Hace más de cuatro años que el director de orquesta Edgar Martín, junto a la Orquesta Sinfónica Camerata Musicalis de la que es titular, trata de aproximar la música clásica a nuevos públicos con su programa divulgativo ‘Por qué es especial’. Cada primer domingo de mes, el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid se llena de un público ansioso por conocer las grandes obras del repertorio clásico universal. Allí encuentran un espectáculo desenfado, repleto de humor y, sobre todo, de gran calidad musical.
"Mi intención en todo momento es llegar a popularizar la música clásica para que no se tache de sensible o de esnob a quien escucha la Quinta Sinfonía de Beethoven", ha explicado.
Enamorado de la música clásica
Sin embargo, no siempre sintió esa vocación por divulgar la música clásica. Edgar Martín comenzó sus clases de violín a los ocho años cuando sus padres le dieron a escoger entre dos tipos de extraescolares: idiomas o música. Martín se decantó por la segunda porque consideraba que sería una alternativa más liviana, pero lo cierto es que entonces comeiniciabanzaba un largo recorrido de estudio que despertaría irremediablemente su pasión por la música clásica.
Comenzó ensayando en los bajos de una iglesia junto a una orquesta de doce amigos. Hoy llena teatros con su orquesta sinfónica y un formato diferente. Un espectáculo transgresor, divertido donde el humor y el rigor acercan la música clásica a aquellos que todavía no saben que les gusta.
Edgar Martín, divulgador musical.
Edgar Martín ha creado un espectáculo que consta de dos partes: en la primera, explica con una buena dosis de humor los conceptos musicales de la sinfonía que después, en la segunda parte, interpretarán.
"No nos quedamos solo en el entretenimiento, sino que divulgamos conocimientos sobre las sinfonías y ofrecemos un concierto de música clásica", explicaba
"El humor es esencial para hablar de cosas serias, por ejemplo, para explicar algunos conceptos complicados de una sinfonía de Mozart", confesaba apuntando que "la gente se ríe, pero al mismo tiempo entiende cómo se desarrollan las composiciones, algo que les sitúa al espectador en una escucha mucho más activa".
A través de este programa divulgativo Edgar y su orquesta constituyen un ambiente distendido y relajado donde el público pasa un rato muy agradable que le aproxima a la música clásica. No en vano, Edgar incluye "deberes" en los programs de mano donde pide a los espectadores que escuchen algunas piezas que la orquesta no ha podido interpretar.
En definitiva, pretende desestigmatizar los prejuicios que se construyen en torno a la música clásica: un género para todos los públicos y, por supuesto, exento de clasismo. La música en sí misma siempre será para todos y para todas.