La de Cumbre Vieja es la octava erupción volcánica de la isla de La Palma (la ‘Isla Bonita’) desde que hay registros documentales.
Según el Instituto Geográfico Nacional, la erupción volcánica más antigua registrada en La Palma fue entre 1470 y 1492 en la zona de Tacande, coincidiendo con la época de conquista del archipiélago por parte de los nobles castellanos y los Reyes Católicos.
En 1949 se produjo la erupción del volcán de San Juan, que duró 37 días y es la más parecida a la actual por su situación y características geológicas. La columna de humo (de 3km) fue visible desde la parte norte de Tenerife, La Gomera y el Hierro. Como ha ocurrido ahora con Cumbre Vieja, entonces no hubo víctimas mortales, pero sí materiales.
La última erupción volcánica de La Palma, previa a la actual, fue la del Volcán Teneguía, en octubre de 1971. Fue la erupción más breve de la historia de las Canarias (26 octubre-18 noviembre), bastante más pequeña que la actual, pero hubo que lamentar dos muertes por inhalación de gases tóxicos, por acercarse demasiado al volcán. La lava destruyó numerosos cultivos y una playa (aunque también creo una nueva).
Pablo Batista, maestro jubilado de 81 años, vivió la erupción de de San Juan en 1949 y la del Teneguía en 1971. Ahora contempla como la erupción de Cumbre Vieja está arrasando todo lo que encuentra a su paso. "Lo contemplas con una tristeza tremenda. Ves la cantidad de casas, propiedades y vida que se ha llevado por delante y es horrible. Yo prefiero morir antes de la tristeza tremenda que te da ver que has perdido todo lo que has conseguido con tu esfuerzo", asegura.
Además, hablamos con Rosa Mateos, doctora en Geología e investigadora del Instituto Geológico y Minero de España, sobre cómo evolucionará la erupción del volcán y qué pasará después en el territorio afectado por la lava.