Comienza la travesía… Y con ella las fuertes corrientes y el santuario de tiburones más antiguo del mundo. 25 kilómetros le separan de su objetivo. Brazada a brazada conquista la distancia. Tras 6 horas y 20 minutos alcanza su meta. Nadie lo ha conseguido antes. Es la primera persona del mundo que une a nado Nicaragua y El Salvador. Lo ha vuelto a hacer. Es su tercer record mundial con un trasfondo solidario.
Antes cruzó las aguas que unen Senegal y Gambia y nadó desde las Islas Vírgenes hasta Puerto Rico. Su afán de superación no tiene límites. Al igual que el éxito de su carrera profesional. Se licenció en relaciones internacionales con premio nacional al mejor expediente académico y se graduó con distinción en la prestigiosa escuela de negocios de Harvard.
Aquel niño prodigio de Carabanchel tiene hoy 38 años y es un emprendedor de éxito. Hace 3 años revolucionó el sector del automóvil creando una startup de compra venta de coches por internet. Más de 50 millones de euros es lo que ha facturado en este tiempo. Y parte de ese dinero lo ha destinado a fines solidarios. Este delfín con corazón de oro se llama Pablo Fernández y hoy está con nosotros.