Pedro Torrijos es arquitecto de formación y contador de historias de profesión, busca poner el foco donde nadie lo ha puesto, establece conexiones que nunca se han hecho, como la del puente de Pelješac con Drácula o la presa de Malpasset con el atentado de Bataclán, y consigue maravillarnos.
Estos son dos ejemplos de las cincuenta historias que relata en La pirámide del fin de mundo y otros territorios improbables donde nos propone un recorrido por los relatos que construyen lo que somos dentro de la guerra, la calma, la luz, la tiniebla y la civilización.