'Me cago en Godard' pretende hacer ver al espectador que no debe sentirse mal porque le guste el cine 'palomitero'. "Me parece un vicio muy burgués intentar lavar la conciencia viendo sufrir a la gente en el cine", asegura Pedro Vallín. El periodista defiende que el cine industrial ha sabido adelantarse a movimientos sociales como el 'Me too' porque está muy al tanto "del termómetro social" y de los gustos e inquietudes de los espectadores.