Hace una semana arrancó la temporada de premios cinematográficos en España con los Forqué. Una temporada que culminará con los Goya, los galardones otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Unos premios que ya tienen candidatos, y también dueños, como José Sacristán, que se llevará el Goya de Honor. Y es que además de premiar a los mejores del cine español cada año, estas ceremonias sirven como punto de encuentro entre cineastas y profesionales. Un lugar en el que se mezclan diferentes formas de hacer cine, tendencias, culturas y generaciones.
En 'Por fin no es lunes' esta mañana hemos juntado a dos generaciones de intérpretes: a Petra Martínez y a Jorge Motos, dos nominados al Goya por primera vez en su vida a los que les separan más de cincuenta años de edad, pero que afrontan cada trabajo con la misma ilusión. Ella, nominada a Mejor Actriz Protagonista, comenzó en la interpretación cuando todavía ni existía la Academia de Cine de España. Él, nominado a Mejor Actor Revelación, no tenía ni un año cuando Pedro Almodóvar ganó su primer Oscar en el año 2000. Son la voz de la nominación más veterana y más joven respectivamente de esta edición de los premios Goya. Con ellos hablamos de cine, de un arte que trasciende generación tras generación.
La ilusión, un nexo generacional
Aunque son muchos los años que separan a estos dos intérpretes de un momento compartido -la primera nominación a un premio Goya- ambos han dejado patente su ilusión. Uno, de un modo más escéptico, y otra de forma más pausada.
"Estoy súper contento, feliz y agradecido, pero todavía sigo un poco escéptico porque han pasado tantas cosas en este año que todavía no me lo termino de creer", explicaba Motos que reconocía cuestionarse si los hechos acaecidos realmente son verdad. "También pienso mucho en el momento de los Premios porque este año se celebran en Valencia y yo soy de allí, así que va a ser fuerte", añadía el joven intérprete.
Por su parte, Petra explicaba que su nominación "llega en el momento en el que tenía que llegar" puesto que lo cierto es que la actriz afirmaba no haber esperado nunca un Goya. "No he hecho tanto cine, así que lo veo normal", confesaba. Sin embargo, sí reconocía una ilusión pasada: "Hice una película con Jaime Rosales, La soledad, y todo el mundo me decía que me iban a dar un Goya, así que me lo creí un poco".
En cualquier caso, la veterana intérprete no ha dudado en transmitir su entusiasmo: "Me encantaría que estuviéramos nominados durante un año porque estoy muy feliz".
Por una vida dedicada a la interpretación
Petra es una artista consolidada que, desde joven, se dedicó a la interpretación. "A los 16 años me fui a Londres a aprender inglés y, como me obligaban a leer en inglés, una amiga me recomendó leer teatro porque era más fácil que las novelas, así quea los 18 años empecé a estudiar interpretación y después volví a España a hacer teatro", ha explicado la actriz.
Jorge, lo tuvo claro desde pequeño. Con tan solo ocho años le confesó a su madre que su sueño era ser artista. Entró en una escuela de interpretación de Valencia donde estuvo hasta los 17 años y luego marchó para la capital para cumplir su sueño. Por el momento, el joven actor está muy encaminado. Una nominación a un premio Goya acredita su valía para el oficio, pero tiene miedo de no poder mantenerse tantos años como Petra, de la que confiesa ser fan. "Su mirada, su voz, su forma de expresarse... me parece mágica", explica el joven.
Petra, por su parte, no duda en animar al actor: "Tú vas a ser un actor muy importante porque tienes garra y, aunque luego también está el factor suerte, tienes todas las de ganar".
Desde aquí, les deseamos mucha suerte a los candidatos.