El chocolate es un ingrediente mundialmente conocido y usado en todas las cocinas. Con leche, con avellanas, con naranja o incluso con un toque de sal, el chocolate puede tomarse de muchas maneras. Pero, ¿a qué tiene que saber el buen chocolate?
Según explica Pol Contreras, artesano, el cacao no tiene que ser necesariamente amargo, así como el chocolate no tiene por qué ser dulce. "El cacao puede tener muchos matices: frutal, cítrico, picantoso... Pero lo asociamos con el amargor por esa tendencia que hay al exceso de tueste".
Pol también nos cuenta qué nos encontramos cuando abrimos el cacao. "Hay una pulpa blancuzca que recubre unas semillas, y esas semillas son con las que se hace el chocolate", señala.
Además, Pol quiere "hackear" el chocolate, liberarlo de los preceptos que tiene. "El chocolate es el ingrediente más promiscuo que existe. No es una golosina, pero la industria alimentaria lo ha enfocado siempre a sabores dulces", concluye