Después de Nueva York, una de las ciudades con mayor número de rascacielos

¿Por qué odiamos o amamos Benidorm?

Esta ciudad alicantina destaca por su arquitectura, sus rascacielos, sus veranos, sus playas abarrotadas… lo que hace que muchos españoles tengan un concepto de ella distorsionado: turismo rancio, basado en la destrucción de playas por su masificación o todo lo contrario: que adoren ese espacio, ese lugar de vacaciones de su vida.

ondacero.es

Madrid | (Publicado 14.07.2019 14:09)

Para demostrar que la idea negativa que tenemos es equivocada, han venido Iago Caro, que es urbanista y Manuel Burraco, arquitecto y editor de “Ensayo y error, Benidorm”. Ellos nos traen los puntos fuertes de Benidorm, pese a la opinión de una parte de la población de este país.

Nos cuentan que Benidorm destaca por su cine, su turismo, su transporte y por ser una ciudad sostenible. ¿Qué ha pasado a lo largo de estas décadas, que parte de los españoles tienen un concepto muy marcado de lo que es Benidorm?

Si hablamos de la transformación de Benidorm, es necesario hacer referencia al alcalde Pedro Zaragoza, él lo transformó todo, incluso le llegó a convencer al mismísimo Franco de los beneficios de este modelo y del turismo de sol y playa.

“Ha sido una persona que ha tenido muchísima importancia, sobre todo porque era difícil a mediados de los años 50 encontrar a políticos que entendieran las formas de organización que nos proponía el urbanismo, que podían ser una buena manera de hacer desarrollar una ciudad. El gobierno entendió el urbanismo como herramienta”, apunta Iago.

¿Qué está pasando con la tendencia en la arquitectura a nivel planetario? La concentración en altura es mucho más sostenible que expandirse en el territorio.

Benidorm se caracteriza por el uso del transporte público mucho más que en cualquier otra ciudad, este tipo de construcciones facilita la cercanía a la playa y hacen que se desplacen principalmente andando. Benidorm es la ciudad de España (según datos del INE), donde más gente puede ir andando al trabajo. “Esos son términos de calidad de vida”, garantiza Caro.