Las granjas vuelven a tener temor por la gripe aviar, una enfermedad que en España conocimos en 2009 y que se ha vuelto a poner de actualidad debido a las últimas noticias que están generando cierto estado de alerta en algunos puntos de la población.
Vuelven a saltar las alarmas por la gripe aviar
En lo que respecta a las aves de corral, 40.000 pollos han tenido que ser sacrificados en Villarrasa (Huelva) tras un brote detectado el pasado 28 de enero, mientras que en Fuenterrebollo (Segovia), otro foco ha obligado a terminar con 19.000 animales. En aves silvestres, se han detectado casos desde el mes de diciembre y se han localizado ocho focos distintos.
El profesor de Avicultura de la Universidad de Zaragoza y miembro del Comité Nacional de la Asociación Española de Ciencia Avícola, Ricardo Serrano, explica en Por fin no es lunes por qué vuelven a saltar las alarmas ahora después de los últimos casos detectados.
Afirma que la gripe aviar es una enfermedad que hemos vivido de cerca desde 2009 cuando en casi todos los países europeos, sobre todo, los del este, la conocen desde siempre. Cuenta que la incidencia de esta enfermedad en España es "relativamente muy poca", ¿por qué? Porque desde 2009 que llegó, no tuvimos casos hasta 2017, con unos patos en Girona, y posteriormente hasta 2021 y 2022 con los casos mencionados anteriormente.
"¿Alarma? Naturalmente, en el sentido de que ahora la industria avícola tiene que estar preocupada porque cuando ocurre esto, hay que declararlo y entonces muchos países cierran fronteras, otros te dicen que regionalices, pero otros no admiten la regionalización", asegura.
¿Cómo llega la gripe aviar a una granja donde las aves no tienen contacto con otras aves?
Serrano explica que en Huelva solo se vio afectada una granja teniendo otra al lado a 15 metros -el mismo caso ocurrió en Segovia-, lo que nos indica que es un virus que infecta muy poco y que, por tanto, hubo que haberlo llevado de alguna manera. No obstante, remite a la investigación epidemiológica que se realizará para saber qué ha sucedido realmente.
Respecto a cómo se puede controlar si las aves tienen o no la enfermedad, asegura que es muy complicado de saber porque la gripe aviar no presenta síntomas: "Con el caso de los patos de Girona de 2017 me comentaban que sólo instantes antes de morir tenían un movimiento nervioso de cabeza. Suelen ser virus que matan tan rápido que no crean ni lesiones".
¿Para frenarla? El experto lo tiene claro: "Hay que confinar a las aves. La gente puede tener las gallinas que quiera al aire libre, pero siempre y cuando tengan también un sitio donde las puedan guardar en caso de alerta para que así no estén en contacto con el exterior porque si no, tendremos un foco más".